lunes, 28 de julio de 2008

El arte es una de las expresiones más especiales del ser humano. Desde que los primeros habitantes forjaron su forma de vida y exploraron nuevos territorios, hemos sido testigos de la capacidad creadora y creativa del hombre. Diferentes muestras alrededor del mundo dan a conocer que el hombre siempre desea comunicar algo, y para ello existen muchas formas de hacerlo.

El arte implica la música, la danza, la pintura, escultura, etc. Todas aquellas expresiones que hacen voltear nuestra mirada y darnos cuenta que esa no es una creación cualquiera. Sino que sólo personas con un don especial realizaron eso, ya que no todos tenemos la habilidad de crear una pintura que se muestra en todos los museos o demostrar nuestra habilidad para la danza en una temporada de ballet clásico. Si bien es cierto que tenemos una noción de lo que significa el arte, vale aclarar que los estudiantes también deben crecer teniendo conocimiento de todas las expresiones que engloban a este término. Siempre se toma en cuenta a los cursos más mencionados como la Lengua o Matemáticas, pero muy pocos toman en cuenta un curso que permite formar la capacidad creativa de los niños.

No es posible enseñarte que seas un excelente pintor o el mejor músico de tu país, ya que en principio, las personas nacen con determinadas habilidades y si esas se refuerzan y practican, entonces, pueden mostrarlas a un cien por ciento. Lo que queremos es demostrar que con la enseñanza de las diferentes expresiones del arte (enseñanza teórica), uno puede lograr generar interés y curiosidad por la práctica.

Pero si a un niño ni siquiera le mencionan sobre estos temas, lógicamente no tendrá ni la más mínima noción de estos. No sólo debemos preocuparnos por el desarrollo intelectual de los niños, sino también por su desarrollo emocional y psicológico. Y en muchos casos, practicar alguna expresión del arte, permite que el niño pueda desarrollar en gran manera sus habilidades creativas y expresionistas.

Se ha demostrado científicamente que el estudio de las bellas artes, desde edad temprana, cultiva en el ser humano una sensibilidad que lo lleva ha desarrollar una ética muy sólida en su vida adulta.

No exagero cuando afirmo que si dentro de los planes de estudios, desde el preescolar hasta la universidad, se incorporan materias relacionadas a las bellas artes, formaremos personas con una sensibilidad que les permita elevar el espíritu, así como conocer su yo interno, fuera de dogmas y con un amplio criterio.

No olvidemos que las artes están vinculadas íntimamente a los sentidos y que estos nos nutren para una vida plena, es decir disfrutar de la existencia.

La música, por ejemplo, nos permite la concentración. A través de escuchar música nuestra mente navega y logramos profundizar en nuestra interioridad, también despierta el sentido del oído y esto nos hace más perceptivos; y cuando la escuchamos en forma melódica nuestro sentido del ritmo se agudiza. Las canciones nos permiten expresar sentimientos de una manera dulce o dolida pero rítmica y sensorial.

Daniel Barenboim, director de la Opera de Berlín y de la Orquesta Sinfónica de Chicago, de origen judío, cree que la música “no soluciona conflictos”, pero sí puede contribuir a crear escenarios de paz y convivencia entre pueblos que en teoría son enemigos y están enfrentados hace décadas.
Barenboim de 59 años y considerado uno de los músicos más talentosos del mundo, imparte desde hace cuatro años un taller: el West Eastern Divan, cuyo leitmotiv es fomentar mediante la música esta idea sencilla: “Los artistas y los músicos, no tenemos que esperar a que los políticos se pongan de acuerdo sobre algo que queremos ejercer ahora mismo; la paz.

En el Teatro de la Maestranza de Sevilla al presentar el resultado del taller, comento: “El concierto de hoy, es una gran ocasión para ejercer este derecho por muchas razones: hicimos un taller intenso y extenso en Andalucía, región que para muchos de estos jóvenes es parte de su historia, pues aquí han convivido durante siglos judíos, musulmanes y cristianos. El programa es un desafío a toda la política en Medio Oriente, ya que el concierto para tres pianos de Mozart, lo interpretaran, un israelí, un palestino y un sevillano de religión católica. Esto tiene un valor muy importante más allá del simple amor a la música y la cultura, que es razón de enorme alegría. La gente saldrá del teatro pensando dos cosas: queremos que haya paz, entendimiento y esto que pasa de ser la continuación de nuestra historia común”

La literatura desarrolla nuestro pensamiento, el lenguaje se vuelve amplio y florido, logramos transmitir nuestras ideas con suma claridad, ya que ha través de la lectura nuestro vocabulario se hace más extenso; además de permitirnos vivir grandes aventuras, conocer la historia universal, lograr parámetros con nuestra vida cotidiana mediante las moralejas que nos dejan las novelas de la literatura clásica.

Hay que leer por placer, no sólo para estudiar o ganar una calificación; el día que eso se entienda podremos ganar adeptos para hacer de ellos lectores de verdad, por gusto”.

El teatro y la danza hacen más ágil nuestro cuerpo, nos permiten la comprensión de los ritmos y nos llevan a la tan necesaria catarsis cuando el cuerpo se suelta libremente. Estas asignaturas están íntimamente ligadas al arte de la seducción así como a los ritos triviales, además nos permite desarrollar el equilibrio; de hecho, el ser humano se puso en dos patas cuando comenzó a bailar.

Las artes visuales y la arquitectura, nos refieren constantemente a nuestra historia. En términos modernos tiene mucho que ver con nuestro disco duro, pues está comprobado que sin referentes visuales perdemos la memoria; por ende, necesitamos contar nuestras experiencias en forma visual. Para muestra ahí están las cuevas de Altamira que nos narran la vida cotidiana de nuestros ancestros.

Una pintura, un edificio, un parque, una fotografía nos dan referencias de nuestro sentir y ser, además nos llevan a comprender a nuestros antepasados, son fiel testimonio de nuestra historia, sin la cual no nos podríamos reconocernos: quiénes somos y a dónde vamos. Sin las artes visuales no tendríamos identidad, ni reconoceríamos el lugar donde nacimos sin el referente visual, ya sea arquitectónico o plástico.

El arte es reflejo de emociones que rodean al genero humano, a través de la pintura, el ser humano expresa sus emociones y su estado de ánimo, por ejemplo, "El grito" de Edward Munch, refleja una niñez realmente atormentada por un padre tirano, se cuenta que Munch llegó a un extremo tal de demencia, que fustigaba sus lienzos con un làtigo, tal y como lo hacia su padre con él "para emparejarle el caracter". Franz Kafka en "La metamorfosis" reflejó tambièn un fuerte temor de un padre también tirano. En el teatro, baste ver "Los monólogos de la Vagina" donde se reflejan las situaciones diversas que la mujer ha padecido por siglos. Las artes son un reflejo de lo que ocurre a nuestro alrededor,por ejemplo la pintura o murales de Siqueiros era netamente política y luchaba por las clases sociales. Para que decir del gran Vincent Van Gogh, artista que en muy pocos años logró esa extensa obra, con una expresión inigualable de su vida atormentada por esa terrible esquizofrenia que padecía.
Los experimentos como el Big Brother que bien los describe George Orwel, en su novela 1984, y que utilizaron los nazis en la Segunda Guerra Mundial, y los chilenos durante la dictadura militar, por cierto con gran éxito, los cuales consistían en encerrar durante un período de tiempo a un grupo de personas en cuartos blancos y cerrados, sabiendo que eran observados constantemente a través de cámara. Con estas acciones lograban borrarles el disco duro; es decir, perdían la memoria.

Con la pintura y la arquitectura se desarrolla el sentido de la vista, pero más que ver es observar. No hay que olvidar que las artes al igual que la ciencia, se han desarrollado y están por así decirlo al día; y no casualmente son las asignaturas que han alimentado a las mayores mentes rebeldes, las que logran los cambios. Y cuando digo rebeldes, es con causa.
Para que el conocimiento de las bellas artes se imparta como una materia tan importante como las matemáticas;
Son los pedagogos y los maestros, los que tienen que tomar nuevamente las riendas de los planes de estudio, de la mano del sector más sensible de la sociedad que son los artistas e intelectuales, para salvar a estas nuevas generaciones que están aprobando la guerra y la deshumanización que, a su vez, dan paso a la corrupción, al individualismo extremo, al quítate tú pa ponerme yo.

Es importante aclarar que no pretendemos hacer artistas a todos los alumnos, unos serán apreciadores y otros ejecutantes, es decir no todos los melógamos saben tocar un instrumento, pero si aprecian la música, los coleccionistas de arte no saben pintar, pero conocen de pintura, no es necesario escribir un libro para gozar del placer de la lectura.


Me pregunto sobre nuestros jóvenes: si conocen los numerosos museos, galerías y salas de arte de nuestro país, en los que se exponen las diversas obras artísticas actuales y de todos los tiempos. Así como cuestionarlos sobre cada cuándo asisten a un concierto, a un ballet o a una obra de teatro y cuántos libros leen al año.

¿Qué es El Renacimiento?

Renacimiento es el nombre dado al amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas.
El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.
El nombre Renacimiento se utilizó porque éste retomó los elementos de la cultura clásica. Además este término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de estancamiento causado por la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. El Renacimiento planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, cambiando el teocentrismo medieval, por el antropocentrismo renacentista.
Sin embargo, Vasari, había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista. De hecho el Renacimiento rompe, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que califica, con pleno desprecio, como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo de gótico. Con la misma consciencia, el movimiento renacentista se opone al arte contemporáneo del Norte de Europa.
Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significa una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional».
Etapas
Diferentes etapas históricas marcan el desarrollo del Renacimiento:
La primera tiene como espacio cronológico todo el siglo XV, es el denominado Quattrocento, y comprende el Renacimiento temprano que se desarrolla en Italia.
La segunda, afecta al siglo XVI, se denomina Cinquecento, y su dominio artístico queda referido al Alto Renacimiento, que se centra en el primer cuarto del siglo. Esta etapa desemboca hacia 1520-1530 en una reacción anticlásica que conforma el Manierismo.
Mientras que en Italia se estaba desarrollando el Renacimiento, en el resto de Europa se mantiene el Gótico en sus formas tardías, situación que se va a mantener, exceptuando casos concretos, hasta comienzos del siglo XVI.
En Italia el enfrentamiento y convivencia con la antigüedad clásica, considerada como un legado nacional, proporcionó una amplia base para una evolución estilística homogénea y de validez general. Por ello, allí, es posible su surgimiento y precede a todas las demás naciones.
Fuera de Italia la Antigüedad Clásica supondrá un caudal académico asimilable, y el desarrollo del Renacimiento dependerá constantemente de los impulsos marcados por Italia. Artistas importados desde Italia o formados allí, hacen el papel de verdaderos transmisores.
Los supuestos históricos que permitieron desarrollar el nuevo estilo se remontan al siglo XIV cuando, con el Humanismo, progresa un ideal individualista de la cultura y un profundo interés por la literatura clásica, que acabaría dirigiendo, forzosamente, la atención sobre los restos monumentales clásicos.
Italia en ese momento está integrada por una serie de estados entre los que destacan Venecia, Florencia, Milán y el Estado Pontificio.
La presión que se ejerce desde el exterior impidió que, como en otras naciones, se desarrollara la unión de los reinos o estados; sin embargo, sí se produjo el fortalecimiento de la conciencia cultural de los italianos.
Desde estos supuestos fueron las ciudades las que se convierten en centros de renovación artística.
En Florencia el desarrollo de una rica burguesía ayudará al despliegue de las fuerzas del Renacimiento, la ciudad se convierte en punto de partida del nuevo estilo, y surgen, bajo la protección de los Médicis, las primeras obras que desde aquí se van a extender al resto de Italia.
Veámos algunos videos que nos explicarán mejor este período histórico y artístico: